Eduardo Álvarez, La Despensa Canaria. "Protagonistas"



Cuando uno se plantea poner en marcha un nuevo negocio, casi en el 100% de los casos, las dudas se hacen compañeras inseparables de ese viaje. Entran en juego, el quiero, el puedo, el debo, el me arriesgo…  Mucho más si como en el caso de nuestro protagonista del mes de junio, esa aventura empresarial se desarrolla a miles de km de su lugar de origen y sin contar con todo el apoyo, que para un proyecto de estas características y con estas dimensiones, uno supone.
Aunque ahora el tema de despidos, está desgraciadamente a la orden del día, tal vez en 2006 no era algo tan frecuente, y aunque pilló a nuestro protagonista por sorpresa, lejos de sentarse plácidamente a verlas pasar, puso su mente en marcha y como han hecho desde siempre tantas generaciones de canarios, decidió emigrar. ¿A dónde? A Inglaterra.

Podríamos decir que aquí comienza esta historia. En el momento en el que este joven realejero, con la intención de permanecer durante una temporada en Inglaterra cambia sus planes, y desde la ciudad de Munich donde llevaba unos días y desde dónde estaba organizando sus próximos meses en sintonía con el mundo anglosajón, decide que su próximo lugar de residencia no sería otro sino la ciudad de Stuttgart, capital del Estado federado alemán Baden-Wurtenberg y con más de   600.000 habitantes, lo que la convertían en una gran candidata a cualquier nueva experiencia.
Cuando uno llega a un nuevo lugar y más si lo hace desde un sitio tan diferente como podrían ser Los Realejos, en Tenerife, hay que pasar por un periodo de adaptación; al lugar, al idioma, a las costumbres…  Eduardo Álvarez,  nombre de nuestro protagonista, no iba a ser distinto y junto a todas las anteriores, añadía el encontrar un trabajo con el que realmente se sintiera cómodo. Pasó por muchos puestos diferentes y no fue hasta que llego a trabajar a un reconocido Centro Comercial de Stuttgart, que empezó a dar forma a su nuevo proyecto empresarial.
En sus ratos libres distribuía bolsitas de gofio de 20g. entre los usuarios del centro comercial, y estudiaba sus reacciones a la misma vez que le iba dando forma a su nuevo proyecto. Una idea que compartió de nuevo en Tenerife con Felipe Monje, y con Dº Francisco Rodríguez Díaz, presidente de ASPROCAN en aquella época, quienes desde el minuto uno le animaron con la idea y le brindaron todo su apoyo. Es por eso quizás que Eduardo, no puede hablar de sus inicios sin tener palabras de agradecimiento y cariño hacia ellos.
Con la idea tomando forma, y no sin mucho trabajo y esfuerzo,  Eduardo y Fabián Álvarez, que para esas fechas ya formaba parte del proyecto, ven su sueño empresarial hecho realidad. El 26 de marzo de 2011 abre la primera tienda del mundo de productos canarios,  La Despensa Canaria.



Eduardo Álvarez, no sólo es un enamorado de la gastronomía de  Canarias, sino que es un fiel defensor de  nuestros productos y ha logrado con tesón y mucho esfuerzo  poner a nuestras islas como un referente gastronómico entre la sociedad de Stuttgart. Si algo tenemos la suerte de comprobar durante este exquisito almuerzo que compartimos con él y su joven chef Noemí Martín, ganadora de un prestigioso  premio gastronómico que se entrega en Stuttgart, en la Tasca Restaurante, Me Gusta, es que Eduardo, conserva intacta su memoria. No olvida sus raíces ni a la gente que durante este, a veces, duro camino le ha brindado su apoyo. Resulta bonita la forma en la que habla de Dº José Joaquín Bethencourt, Consejero de Agricultura del Cabildo de Tenerife, al que con palabras emocionadas nos dice, tiene mucho que agradecerle porque siempre ha estado ahí, dándole ánimos y brindándole su apoyo. También Dº Juan Antonio Domínguez, propietario de Fonteide, tiene un lugar en su memoria, porque desde el principio y hasta  estos días ha estado al lado de “La Despensa Canaria” Otras muchas han sido las personas y empresas que han estado al lado de La Despensa Canaria, y aunque Eduardo Álvarez ha tenido bonitas palabras para todas ellas, nosotros sólo vamos a hacer un breve reflejo, porque este hombre tiene mucho más que contarnos y como siempre, nos falta el espacio; Bodegas Monje, Agua Fonteide, Plátano de Canarias, gofio La Molineta, Frutas Guay. Tan claro tiene sus orígenes y siente tanta pasión por su pueblo, que no se olvida de los que más lo necesitan, y siempre que pueden, su empresa, “La Despensa Canaria” hace una pequeña aportación. La última, 200 kg de gofio de La Molineta para el Banco de Alimentos del Realejo. No es casual, que recientemente fuera nombrado Hijo predilecto de Los Realejos. Consciente como es  de que el mejor escenario a nivel turístico, es la gastronomía, su pensamiento, cada vez que vende una botella de vino es; “Ya son dos más que se van a Tenerife” Y es que si hay algo que realmente motiva a esta empresa, es el amor por las Islas Canarias y la confianza absoluta que tienen en los productos de nuestra tierra. No lo dicen ellos, lo dicen los muchos alemanes y visitantes de otras partes del mundo, que tienen a la gastro-tienda de la Despensa Canaria como su lugar preferido de encuentro.

Sin duda todos los éxitos obtenidos estos últimos años se deben a algo muy concreto, el amor que “La Despensa Canaria” y en particular Eduardo Álvarez siente por Canarias. “Canarias para mí es una novia, aunque me traicione, la seguiré queriendo”








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